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ATLAS DE BOSQUES DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
SERRANÍA DE CUENCA
Descripción y localización
Le entrada natural a la Serranía se realiza desde la misma población de Cuenca, pudiendo llegar por distintas vías en función del punto donde nos dirijamos, N-420 dirección Teruel para la zona sur de la Sierra, N-320 dirección Guadalajar para la zona norte y CM-2110 dirección Uña o Las Majadas para la zona central del espacio.
Uno de los principales valores de este espacio natural es sin duda la extensa superficie de masa forestal arbolada, en la que domina el pino laricio, sustituido en zonas elevadas y húmedas por el pino silvestre y en determinados enclaves de suelos arenosos y ácidos por el pino resinero.
Además de pinares, encontramos algunos bosquetes aislados de quercineas, siendo la de mayor importancia los quejigares, pero también encontramos encinas y melojos asociados al pino resinero.
Pero se hace imprescindible señalar la presencia de especies típicas de ambientes húmedos como tilos, serbales, avellanos, abedul o chopo temblón, que crecen al abrigo fresco de algunas de las hoces de este territorio. Entre estas hoces sobresale por variedad y majestuosidad de sus ejemplares la Hoz de Beteta.
En el estrato arboreo destacar la presencia de espinosas y enredaderas como el rosal, el endrino, el aliguestre o la madreselva. También se localizan boj, enebros, acebos y tejos.
Pero además de su amplia extensión, la Serranía de Cuenca destaca por una serie de singularidades botánicas, que le confieren una mayor importancia ambiental entre las que señalamos las siguientes:
Aceral de Muela de Perdigano
La Muela Perdigano es una típica meseta elevada de material caliza que se localiza al norte de la población de Las Majadas, dentro del Parque Natural. En esta zona llana elevada se localiza una de las escasas formaciones vegetales en la que el arce de Montepellier es la especie dominante. Se trata de un bosquete adehesado, de ejemplares espectaculares tanto de arce de Montepellier como de quejigo. En otoño se convierte en un auténtico espectaculo de colores con los rojos y anaranjados del arce y los amarillos y ocres del quejigo.
Sierra de Valdemeca
La sierra de Valdemeca es un línea montañosa de unos 1600 m de altura máxima, y de clara orientación ibérica localizada en el interior de la Serranía, entre las poblaciones de Beamud y Valdemeca En las laderas de esta sierra podemos observar dos joyas botánica del entorno, los ejemplares más meridonales de roble albar de la península, así como un magnífico bosquete de abedules.
El roble albar es una especie típica de zonas más o menos montañosas del norte penínsular, que desciende hacia el sur por determinadas zonas montañosas, alcanzando aquí su límite meridional. Se trata de un bosque de pinares (albar, resinero y laricio) con ejemplares dispersos de melojo y de roble albar. Se localiza en la ladera este de esta sierra, a la que accederemos desde la población de Valdemeca.
Por su parte, el abedul es una especie también más típica del norte de la península que sobrevive en determinados enclaves del sur de forma residual. En este caso se asienta en la ladera oeste, en el curso de un arroyo, al que podemos acceder desde la población de Beamud.
Sabinares de Tierra Muerta y de Campillos-Sierra
Otro de los valores botánicos son sus sabinares albares. El de Tierra Muerta es el tipico sabinar sobre paramera, en suelo pedregoso y con aspecto muy abierto, con ejemplares dispersos de sabina albar junto con algunas matas tambien dispersas. Su importancia principal reside en su tamaño, pudiendo considerarse junto al de Calatañazor los más extensos de la península (y posiblemente a nivel mundial). Se puede acceder desde Buenache o bien desde Uña o Beamud.
No muy alejado de aqui, hacia el sur , junto a la población de Campillo-Sierra se localiza otro magnífico sabinar albar, en este caso de aspecto adehesado y favorecido por el hombre. El acceso por una pista a la derecha en la carretera que va de Campillo-Sierra hacia Valdemeca
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